"YESAIDÚ, UNA ADOLESCENTE QUE CUENTA LA SUPERVIVENCIA EN UN BARRIO CARAQUEÑO". Por: Lissette Van der Biest. Ejercicio del Taller de crítica reatral.

YESAIDÚ, UNA ADOLESCENTE QUE CUENTA LA SUPERVIVENCIA EN UN BARRIO CARAQUEÑO. Por: Lissette Van der Biest
Este 26 de julio en el Celarg, pude apreciar la pieza “AGUA CLARA” escrita y protagonizada por Yairelys Batista, un monólogo creado en el marco del Taller Intermedio de actuación para adolescentes en 2023. La pieza contó con la curaduría de Mario Sudano, la dirección a cargo de Desireé Monasterios y la asistencia de Miguel Elias Sudano. Tomando en cuenta que es una pieza que surge dentro del programa de preparación de nuevos talentos juveniles y que dura menos de treinta minutos, la autora consigue brindarnos una mirada crítica de la precaria situación sanitaria que se vive en los barrios venezolanos y probablemente en muchos de los barrios latinoamericanos, paseándose con naturalidad por la comedia, entre risas y reflexiones. Con una actuación bien lograda para la edad (solo quince años), Yairelys logra meterse en la piel de su personaje “Yesaidú”, quien es la encargada de contarnos cómo sortea la vida una adolescente de un barrio del tercer mundo. El aspecto plástico de la puesta en escena, tanto el maquillaje como el vestuario, la iluminación y la escenografía no lograron destacarse, aunque si bien nos ambientaba en un lugar escaso y precario, en mi opinión no estuvo bien logrado. Lo que sí llamó mi atención y a mi parecer fue simbólico y maravilloso, fue el uso del color verde brillante que durante la pieza Yesaidú utiliza para pintarse las uñas, ya que en mi opinión representaba la esperanza, la luz y el color que la protagonista, pese a la oscuridad que vivía, aún llevaba por dentro para lidiar toda la miseria de su entorno. Por otro lado, el uso recursivo de chistes y de bailes, logró fatigarme en oportunidades, ya que si bien es una pieza con atisbos de comedia, también tiene un fondo reflexivo, que merecía sus momentos para respirar y tomarse su tiempo, tanto para el desarrollo del personaje como para la historia en sí. Vale la pena destacar, que la pieza posee una forma original de contar la historia que vive una adolescente del estrato más bajo de la sociedad, que si bien está cargada de tragedia, logra mezclar con destreza, singularidad y elocuencia, la desgracia con un humor, por lo que considero que la autora podría tener un gran futuro en la dramaturgia. En conclusión, al salir de la sala, experimenté una sensación muy grata al pensar que tras ver "Agua Clara", había escuchado el testimonio silencioso de tantos vecinos del barrio más cercano, cuyas voces nunca antes había escuchado. Lissette Van der Biest. Participante del Taller de Crítica teatral impartido por Joaquín Lugo en la vigésima edición del Festival Teatral de Autor, FESTEA 2023.

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